“En Kallpa entendemos la SAN como el derecho de todas las personas al acceso físico y económico a suficientes alimentos seguros y nutritivos, en todo momento, comprándolos o produciéndolos tomando en cuenta su cultura, para satisfacer sus necesidades alimenticias y una adecuada ingesta, con el fin de lograr el bienestar nutricional y contribuir al desarrollo humano sostenible.”
La experiencia peruana se caracteriza por diversas situaciones de desigualdad, la pobreza, la desnutrición y la anemia tienen una marcada presencia en sectores históricamente excluidos, en la Sierra, Selva y en sectores urbano marginales de la Costa, principalmente en niños, niñas y mujeres. Frente a este panorama, el Perú ha firmado una serie de compromisos internacionales, como la Cumbre Mundial de la Alimentación, América Latina sin Hambre, la Declaración de Quito sobre el alto nivel de Seguridad Alimentaria, entre otros.
Así se viene implementando la Estrategia Nacional de Seguridad Alimentaria conjuntamente con una serie de políticas públicas como el Programa “Juntos” (otorgamiento de dinero a cambio de controles de salud y asistencia a la escuela); la estrategia nacional “Crecer” (combate la desnutrición infantil crónica); el Programa Nacional de Apoyo Alimentario “PRONAA”, el FONCODES (desarrollo de capacidades productivas y mejora de la seguridad alimentaria), entre otros. No obstante existen todavía debilidades en el proceso de articulación entre todos estos programas, además del poco impulso de las estrategias regionales de seguridad alimentaria.
No se cuenta con una ley del derecho a la alimentación, menos se encuentra en nuestra Constitución Política. Existen dos posibilidades, actualizar la ENSA o trabajar un Plan Nacional de Seguridad Alimentaria.
LUZMILA SCHABAUER
Funcionaria del MIMDES
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